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jueves, 30 de octubre de 2008

Manténgase siempre delgado (parte 1)

Por: Fernando Gomez - > Visita mi blog para conocer todo sobre salud y tener una vida plena y saludable.

¿Quiere el lector bajar de peso?
Aquí encontrara un programa práctico y positivo.

Uno de los aspectos más deprimentes de una dieta es que el peso se recupera casi enseguida de haberlo perdido.

Mi programa de adelgazamiento esta ideado para durar toda la vida; una vez que alcance el peso deseado, se mantendrá en forma para siempre. Este programa consta de tres fases, que se refieren a las actitudes mentales, al régimen alimenticio y al ejercicio físico.

Actitud mental

La actitud mental está directamente relacionada con la apariencia. Cuando yo era obeso, me odiaba, era infeliz y comía para sentirme mejor.

Un nuevo enfoque mental más positivo me permitió escapar de ese círculo destructivo, y varios cambios en mi forma de pensar me ayudaron durante toda mi lucha para perder kilos y después mantenerme delgado.

Puesto que los hábitos se refuerzan por la repetición, estudie los siguientes ejercicios mentales y póngalos en práctica todos los días.

Ejercicios de sugestión positiva.

El paso primordial para perder peso es estar convencido de que “puede lograrlo”. Cuando se levante por las mañanas, mírese al espejo y diga “Hoy lo voy hacer mejor. Hoy voy a tener éxito”. Y propóngaselo.

El ejercicio de querer-necesitar.

Todo el día nos enfrentamos a decisiones sobre la comida. Por ejemplo: ya han pasado algunas horas después de la cena.

Aunque se siente satisfecho al levantarse de la mesa, el aburrimiento, la depresión o la soledad despiertan en usted el deseo de comer algo.

Antes de ir al refrigerador, haga una pausa y pregúntese:
“¿Quiero esto?” “Sì, quiero esta pierna de pollo”.

“¿Necesito esto?” “No, realmente no necesito comer. Lo que necesito es controlarme para cumplir con mi dieta”.

Antes solía comer lo que quería y después se enfrentaba a la gordura. Ahora debe dejar que su mente decida.

Ejercicios de señales mentales.

Ciertas palabras de “alerta” relacionadas con la comida pueden llamar su atención durante la cena:

“Sé bien que estas cuidando tu peso, pero solo toma una pizca de esto”.

La palabra que da la señal es pizca; cuando el lector escuche esa palabra piense:

“Una pizca lleva a un trocito; un trocito a un montón y un montón a un gordinflón”. Comience usted a asociar palabras con consecuencias negativas.

Pizca: trocito; trocito: montón; montón: gordinflón.

Ejercicios del fin de jornada.

Termine su día con algunas palabras reconfortantes antes de hacer sus ejercicios vespertinos. Mírese en el espejo y dígase a sí mismo:

“Los kilos de mas no desaparecerán de la noche a la mañana, pero finalmente desaparecerán”.
“Mañana será un día mejor”.

Con confrontaciones como esas, estamos reforzando el amor y el respeto que deberíamos tener por nosotros mismos. Los ejercicios mentales son la clave para mantenerse delgado.

Régimen alimenticio

Muchas personas creen firmemente que están a dieta porque han cambiado el pollo frito y la carne molida por el yogurth y la comida naturista. Pero no están perdiendo peso y no entienden por qué.

La cantidad es lo que no funciona. Debe reevaluar lo que para usted significa una “porción”. Si a usted le sobran kilos, es porque estuvo comiendo porciones demasiado grandes muy seguido.

Para tener un cuerpo sano (y delgado) debe ingerir equilibradamente sus alimentos.

La comida se divide en cuatro grupos principales: lecha, proteínas, vegetales-frutas, y pan-cereales.

Si está comiendo demasiado queso, mucho pan de centeno o si come ensalada como para dos, entonces tendrá problemas de peso.

Por otra parte, si no ingiere suficientes legumbre o proteínas tampoco su dieta será acertada. La palabra clave para todo eso es el equilibrio.

¿Cómo encontramos el equilibrio perfecto para nuestro organismo?
Prestando atención, controlando lo que comemos y ajustando el apetito a las necesidades del cuerpo.

El tiempo será factor importante para lograr el equilibrio requerido.

Cuanto más tarde en el día comamos, más ligeros deberán ser nuestros alimentos; la peor hora para comer en exceso es poco antes de ir a la cama. Durante el día tenemos la oportunidad de eliminar los alimentos más pesados.

(Si usted necesita tomar un refrigerio a hurtadillas, hágalo de día.)

He aquí algunas sugerencias para contener la urgencia de ingerir un bocadillo:

Trate de no tener en su casa alimentos que engordan. Yo siempre tengo en el refrigerador rábanos, coliflor, apio, y zanahorias… de ese modo se mantienen fríos y crujientes.

Si no sabe que tomar cuando se le antoja algo fresco y dulce, pruebe las uvas sin semilla.

Lávelas, corte las ramitas y colóquelas en el congelador. Cuando sienta que debe tener algo en la boca, cómase una uva congelada.

La gran prueba es ir a casa de otras personas. Cuando estoy fuera y encuentro bocadillos que engordan, busco el mal menor y me sirvo porciones pequeñas.

Es difícil controlarse y no tomar bocadillos, pero los malos hábitos alimenticios nunca son fáciles de abandonar. Recuerde, no es saludable estar pasado de peso.


Articulo anterior de este autor: Comó adelgazar y no volver a engordar (parte 2)
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